10 principios para administrar con éxito la riqueza
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Por Milciades Villalba

Fecha | 19/08/2015
El arte de administrar consiste en manejar con sabiduría todo lo bueno que recibimos de la vida. Es un conjunto de cualidades que nos hacen merecedores de gozar de la abundancia que nos rodea y disponer de todo cuanto necesitemos para nuestro desarrollo y evolución como persona.
La capacidad de administrar es una “cualidad del carácter”, forma parte de lo que somos. No se trata de una técnica o conocimiento específico que podemos adquirir en un curso. Razón de ello es que en la sociedad sobran “administradores profesionales”, mas sin embargo, la mayoría vive en la escasez, si bien tienen el conocimiento y la técnica, carecen de la conciencia de prosperidad. El conocimiento es fundamental, pero es apenas un elemento de lo que somos.

En este blog consideramos que el recurso más valioso con que cuenta cada persona es él mismo. Por eso, el primer factor que administrar es a nosotros mismo, y la capacidad que desarrollemos de administrar nuestro mayor recurso, repercutirá en nuestra capacidad para administrar todas la cosas buenas que nos brinda el mundo, entre ellos, por supuesto, todo el dinero que deseemos.

¿Qué es la administración?

 Es muy interesante que la etimología de la palabra administrar, del latín ad y minister, signifique “servir”, o estar al servicio de. Al respecto, me encanta la expresión de Andrés Panasiuk, uno de los educadores más respetado en el ámbito financiero. Él dice, “debemos renunciar a la actitud de ser dueños de lo que poseemos y comenzar  a actuar como administradores (gerente o mayordomo)”. Es decir, se trata de trabajar sobre lo que somos, nuestras actitudes, nuestra manera de percibir las cosas.
Si bien existen numerosas definiciones para el término administración, podemos identificar al menos cuatro aspectos que son inherentes al ejercicio administrativo: planificación, organización, dirección y control.Son términos técnicos casi exclusivos en los ámbitos empresariales e institucionales, muy poco considerado por las personas en su vida cotidiana, en la empresa de ser y desarrollarse como persona próspera, feliz y exitosa.
“No se planifica para fracasar, se fracasa por no planificar”
Un buen administrador, una persona lista para prosperar, es una persona que sabe hacia dónde va, es decir, actúa en base a una visión, una meta, un objetivo. Organiza su tiempo y sus recursos en base a una escala de prioridades determinadas por sus propias metas. Toma decisiones y actúa de acuerdo a parámetros que brindan dirección a sus esfuerzos. Y Evalúa su proceso recibiendo con gratitud los avances y los fracasos de los cuales adquiere aprendizaje y templanza en su carácter.
SER un buen administrador es mucho más que memorizarse unos principios. Se trata de someter el ego al crisol de la disciplina. Se trata de lograr un estado interior de libertad, dominio propio, carácter, y espíritu de servicio por el cual se logra humildad y desapego.

Los 10 principios para convertirse en un administrador exitoso.

 Una vez más, los principios que vamos a enumerar no tienen que ver con técnicas empresariales o financieras netamente, sino con principios que deben regir nuestra actitud ante todas las cosas de la vida de los cuales somos responsables. Es un norte a seguir.
Las oportunidades que te ofrece la vida conllevan una responsabilidad. Si tienes un millón de amigo, debes desarrollar la sabiduría de poder influir positivamente en la vida de un millón de personas. Si se te confía un gran poder, haz de administrarlo con sabiduría, de igual modo, si recibe dinero, no importa el monto que fuera, tu responsabilidad es administrarlo y utilizarlo para tu bien, pero en armonía con el bien de los demás.
Y ahora los 10 principios:

1. Asume actitud de administrador, renuncia a la idea de ser dueño.

El primer paso tiene que ver con lo sugerido por Panasiuk, la de no sentirnos dueños de las cosas sino meros administradores. Cuando nos sentimos dueños, tendemos a apegarnos a las cosas.
El apego hace que mantengamos cosas que a veces nos proporcionan más costos que beneficios. Un administrador piensa con la cabeza fría, invierte cuando los números cierran, compran cuando conviene y cierra el negocio si ve que no funciona.
Sentirnos apegado a las cosas es, por lo general, tratar de llenar un vacío emocional con cosas. Un estado de ser realmente miserable. Incluso suele suceder con dueños de negocios que, pagando a un administrador profesional, desoyen sus consejos, terminan haciendo sus caprichos y finalmente lo pagan caro.

2. Se fiel en lo poco y se te confiará más.

Es común y frecuente la siguiente excusa: no tengo nada que administrar, mis ingresos ya tienen destinos fijos; o, cuando tenga dinero lo voy a administrar. Son excusas que suenan perfectamente razonables para quien anda apretado de efectivo. Sin embargo, aplicando la misma lógica, una persona con exceso de peso afirma: “cuando pierda cinco kilos empezaré una dieta y haré ejercicios”.
La verdad de las cosas es que primero viene dieta y ejercicios, después perder cinco kilos. La misma verdad vale cuando se trata de las finanzas, primero se administra, después mejoran las finanzas.
Empieza administrando con sabiduría y responsabilidad lo poco que hoy tienes. Aunque fuere unas monedas o incluso dinero prestado. Hay una ley para ellos, “solo se te confiará aquello que demuestres ser capaz de administrar”.
“Ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más” 
Mt. 25,21

3. Establezca sus prioridades en la vida y adminístrese

Hay algo en la vida que recibimos todos por igual y no podemos administrar. Es el tiempo. Hay quienes hacen mucho y logran grandes cosas, y otros, que pasan de vago sin hacer nada, pero sin embargo, ambos reciben y disponen del tiempo en igual medidas.
Lo único que podemos administrar respecto al tiempo es a nosotros mismo. La manera de hacerlo es definiendo aquello que realmente son importante para nosotros y ocupando nuestro tiempo en hacerlo realidad. Sin saber lo que queremos en la vida, lo más seguro es que solo estemos dando vueltas en el mismo sitio. Habrá pasado el tiempo y no habremos avanzado en nada.
Un buen administrador define su visión, establece metas y objetivos, orienta sus acciones hacia la consecución de sus objetivos y continuamente evalúa y observa su progreso.

4. Páguese a sí mismo primero.

También analizamos este principio cuando hablamos del ahorro (clik aquí para leer). Cuando tú te priorizas a ti mismo, el universo se comporta igual contigo y te sigue la corriente. Este principio debe estar entre tus prioridades.
La administración te permite dominar el dinero y hacer que funcione a tu favor. El primer paso del ejercicio es el ahorro, porque si no ahorras nunca, nunca podrás escalar los niveles de conciencia de prosperidad y probablemente seguirás esclavo del dinero. O manejas el dinero, o el dinero te maneja a ti.

5. Equilibre el largo plazo con el corto plazo.

 El ahorro no puede conversarse en una obsesión peligrosa que conduzca a la tacañería. Debe ser altamente prioritario ahorrar, pero siempre en equilibrio con el goce y disfrute libre de la abundancia que nos rodea.
El consejo dice ahorrar el 10% de los ingresos y nunca gastarse el ahorro sino para invertir y generar más ingresos. Por lo general, construir un importante ingreso pasivo para la libertad financiera tiene su tiempo, y necesita que la persona “difiera” su satisfacción para cuando esos ingresos realmente sean importantes.
Pero el otro consejo dice que de igual modo, uno debe destinar otro 10% a la satisfacción “inmediata”, para gozar de las cosas buenas de la vida en cada paso. Lograr el equilibrio entre los ahorros y los gastos en satisfacciones personales puede resultar muy motivador. A medida que crece la capacidad de ahorro, también el festín se tornará más interesante.

6. Distribuya sus ingresos equilibradamente

 A parte de los 10% destinados al ahorro para la libertad financiera, y el otro 10% destinado al disfrute gozoso de las cosas buenas de la vida presente, los expertos aconsejan distribuir los ingresos de la siguiente manera:
  • 10% Ahorro para la Libertad Financiera (satisfacción diferida)
  • 10% Para el disfrute personal y la diversión (satisfacción inmediata)
  • 10% Para donar a una causa justa (Leer: Dar para recibir; 5 tips para activar la clave de la prosperidad)
  • 10% Ahorro para gastar en cosas, viajes, comodidades, hogar.
  • 10% Para invertir en una educación continua y permanente
  • 50% Para gastos de primera necesidad

7. Ajusta sus gastos a un presupuesto.

 Aprenda a vivir con menos de lo que gana y de manera sencilla. Si usted no logra ser feliz y sentirse realizado con lo que ha logrado hasta el momento, no logrará prosperidad en su vida. Te invito a que leas 5 tips para no ser un rico infeliz, donde ahondo en la diferencia entre el éxito y la felicidad y de qué manera lograr verdadera felicidad en la vida.
El auto control es estrictamente elemental para ajustar los gastos al presupuesto. Se trata de una madurez emocional y un desapego necesario de las cosas para lograr satisfacción en la vida. Por lo general, las personas gastan sin control en una especie de catarsis, un afán de desviar o esconder su insatisfacción personal ante la vida.
Gastador compulsivo es una enfermedad mortal en la época en que vivimos. Incluso puede acabar con la familia entera.

8. Desarrolle inteligencia emocional e inteligencia financiera

Por todo lo expuesto arriba, la inteligencia emocional es fundamental para resolver los conflictos emocionales antes que salpiquen nuestro estado financiero. El manejo del dinero es prácticamente emocional y para muchas personas, su situación financiera es un campo tan íntimo que no están dispuestas a compartir con nadie hasta muy tarde.
Por otro lado, la educación financiera es cada vez más fundamental, vivimos en una economía en constantes cambios y exige mucha inteligencia para salir airosos de las cambiantes situaciones. Nos toca desarrollar mucha inteligencia financiera para prosperar en la actualidad, porque hay sin fin de oportunidades y porque de lo contrario podemos enfrentar grandes crisis.

9.  Ocúpese de su negocio

 Si “tiene” que ir a trabajar, hágalo para aprender, ahorrar y buscar inspiración y oportunidades para montar su propio negocio asumiendo el control de su vida financiera. Si tiene trabajo, siente gratitud por eso, pero sueña con su propio negocio.
Sobre todo prepárese para cuando llega el momento. Oportunidades hay por doquier. Pero no basta estar en el lugar correcto, en el momento justo; “hay que ser la persona correcta, en el lugar correcto, en el momento justo”.

    10.   Aprenda a invertir

 Hay cuatro cosas que podemos hacer con el dinero: ganarlo, gastarlo, ahorrarlo e invertirlo.
Por lo general no arreglamos como podemos con las dos primeras, a veces ahorramos, pero como a partir de hoy se pondrá la remera de un excelente administrador y logrará ahorrar, es preciso aprender a invertir. La mejor manera de aprender a nadar es entrando en el agua, lo mismo ocurre con invertir.
Empiece con inversiones seguras, aunque le pague pocos dividendos. Pero aprenda a convertirse poco a poco en un inversionista sofisticado. Es el sitial de gloria de la carrera financiera. Cuando literalmente el dinero trabaja duro para ti, ya no al revés.
Milciades Villalba Santos

Milciades Villalba Santos

Autor

Empresario de Networt Marketing, bloguero, orador, coach y educador de emprendedores.

Este blog es resultado de dos cosas: El sueño de ser un escritor, y la tranformación que supone en mi vida convertirme en empresario del Siglo XXI.

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